Mucho se habla respecto a que estamos viviendo en una era digitalizada y en el mundo de las comunicaciones esto ha significado una ventaja importante, en varios aspectos. En materia de comunicación interna, en las organizaciones y empresas, no se ha estado exento de este cambio y se han incorporado las pantallas digitales como nuevos canales de comunicación.
Entre los métodos tradicionales de comunicación al interior de las empresas son las revistas corporativas, mails masivos y diarios murales en papel los que han reinado por años, con dudosa efectividad.
¿Por qué reemplazarlos por pantallas digitales? Estos elementos poseen varias ventajas por sobre los mencionados anteriormente. En primer lugar, se trata de canales que permiten una actualización instantánea de contenidos, en cosa de segundos podemos actualizar o renovar cualquier información mostrada en la pantalla, en cualquier lugar, a diferencia de las revistas corporativas donde, una vez impresas, para corregir la información se necesitaría de una inversión considerable sin mencionar el daño medioambiental producto del uso de papel.
La responsabilidad social de las empresas es uno de los motivos por los que el uso de pantallas digitales se hace recurrente y efectivo. Es una renovada e innovadora forma de entregar el mensaje a sus colaboradores, sin realizar costosas inversiones ni dejar desinformados a un grupo por no contar con la comodidad y tecnología necesaria para informarse.
Pantallas por sobre otros canales digitalizados
Pensando de esta forma, podríamos decir que el correo electrónico es una forma eficiente y ecológica de comunicarse al interior de la empresa y hacia afuera. Sin embargo, cuando se trata de comunicación interna, las pantallas digitales tienen una ventaja indiscutible: son transversales.
El correo electrónico sólo es un medio válido para quienes trabajan frente a un computador, pero ¿qué ocurre con el resto de los trabajadores? Cuando el mail es la única forma de comunicar lo que queda es el boca a boca, y frente a información relevante este no debe ser un medio confiable.
Las pantallas digitales, ubicadas en puntos estratégicos de la empresa, permiten que todos, por igual, tengan la misma posibilidad de enterarse de lo que está ocurriendo y que se destine información precisa y segmentada de acuerdo a las labores e intereses de cada sector de trabajadores.